martes, octubre 07, 2014

Eyes of a fallen angel, eyes of a tragedy


Para ti que la miras, pero no la descifras.

Has grabado ya en tu mente cada curva de su cuerpo y de su alma desnudos, sabes que vuela, pero no si es precisamente con tu nombre en la espalda.

Le hablas, pero no sabes si entiende lo obvio de lo que le estas diciendo. Estas justo en ese momento, herido, esperando algo, algo pequeño de ella; o para ella que te ve, pero no te mira; te oye, pero no te escucha.

Y tú, tú te limitas a verla, a oírla, a olerla, a recordar, a no querer perder lo que eras de niño.

Te das cuenta que se han vuelto tan comunes como un día frio de diciembre; haces memoria, y junto con su historia hay varias paralelas que coinciden en tiempo y espacio, pero nada de eso importa ya
porque sabes que detrás de todo sigue siendo y estando ella.

Es para ti, que la lanzaste al olvido, y obvio, voló.



miércoles, septiembre 10, 2014

Chau número tres

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.

Mario Benedetti